INSIGHTs
Nuevas expectativas, nuevas reglas.
Conoce al viajero de negocios moderno.

¿Tus colegas te están acompañando en tus viajes como antes? ¿Viajan de forma diferente? ¿Están esperando lo que antes considerabas lujos y pidiendo aún más?
La generación actual de viajeros de negocios está rediseñando los programas de viajes con un enfoque más humano. Los itinerarios rígidos o los enfoques estandarizados están quedando obsoletos. Quieren elección, comodidad, transparencia, tecnología que realmente funcione y un servicio que se sienta como tal, no como una transacción.
Se proyecta que los Millennials, Gen Z y un toque de Gen Alpha constituirán el 80% de la fuerza laboral global para 2034. Colocándolos firmemente al volante para influir en las expectativas actuales y futuras.
Flexibilidad o nada
La libertad de ajustar horarios de salida, extender un viaje de trabajo al fin de semana o incluir paradas personales se está convirtiendo rápidamente en un estándar. Como resultado, las invitaciones de viaje con objetivos poco claros y horarios de vuelo que nunca reservarían para sí mismos están comenzando a desaparecer.
Según la encuesta reciente de Gen Z y Millennials de Deloitte, el equilibrio vida-trabajo es no negociable. De hecho, es la principal característica que ellos buscan al elegir empleo. Así que no sorprende que también esperen que los viajes corporativos se adapten a ellos.
Estas mismas expectativas aplican al reservar viajes. Las apps predictivas que anticipan sus necesidades y preparan un contenido sin preguntar, son experiencias cotidianas para esta generación. Si los viajes de negocios no pueden satisfacer el mismo nivel de personalización, quedarán cortos. Los viajes de negocios están evolucionando para alinearse con horarios, estilos de vida y metas individuales.

Más del 50% de Millennials y Gen Z consideran que las largas jornadas laborales son inaceptables, y la mitad reporta mayor estrés cuando se toman decisiones sin su participación.
La tendencia "bleisure", (business and pleasure) negocios y placer, es otra señal clara. Más viajeros de negocios se están cuestionando: "por qué volar medio mundo para regresar inmediatamente después de la reunión?". De acuerdo con nuestro reciente Reporte de Mercado, Deloitte, y Global Business Travel Association (GBTA), comentan que "bleisure" no muestra señales de desaceleración.
Los viajeros VIP son diferentes
Con estos nuevos viajeros en los cielos, también estamos viendo un cambio en la cabina. Si tienes el placer de volar en clase ejecutiva, observa a tu alrededor la próxima vez que estés ahí. Es probable que veas a un fundador millennial en tenis mientras tú eres un experimentado ejecutivo leyendo un informe técnico.
“Cuando te encuentres en la parte delantera del avión, podrías notar una demografía diferente al viajero tradicional de 40-50 años con traje y corbata. A medida que los deseos se convierten en necesidades, la demanda de servicio personalizado de alto nivel se traduce en más viajes VIP." Comenta Renos Rologas, director general de FCM Australia y Nueva Zelanda.
El servicio de viajes VIP está mejorando y teniendo su momento. En las multinacionales con las que FCM Travel colabora y apoya globalmente, el servicio VIP es un requisito el 75 % del tiempo. Y Mientras algunas empresas aún reservan estos beneficios para miembros de la junta directiva y ejecutivos de alto nivel (C-suite), cada vez más se extienden a cargos como vicepresidentes (VP) y vicepresidentes (SVP). Con estas nuevas caras ingresando al conjunto VIP, la escala del servicio crece rápidamente.
Llama la atención en los tipos de boletaje corporativos. Datos globales muestran que la tendencia en las reservaciones clase premium económica han aumentado un 2%, y las reservaciones en la clase ejecutiva ha incrementado más del 13% en un año en todo el mundo.
Otra tendencia que ha crecido desde 2020 es la ubicación de los VIP. Anteriormente, la mayoría de las solicitudes provenían de Australia, EE. UU. y el Reino Unido, con algunas de Singapur o China. Ahora, FCM Travel está viendo una creciente demanda en regiones como Oriente Medio, África y Latinoamérica. Un oportuno recordatorio de que, el alcance global debe implicar un servicio global, no solo un beneficio más de la oficina matriz.
Estos viajeros VIP no solo se limitan a una sola industria. Vienen de todas partes: banca, salud, construcción, arte, educación, minería. De todo. Los viajeros VIP ya no se definen por edad ni experiencia, sino por expectativas e impacto.
La comodidad cuenta y aún más.
Los asientos reclinables son 10 de 10, pero la comodidad ahora tiene un significado más amplio:
Hoy en día, los viajeros de negocios también se preocupan por una tecnología que no pierda el ritmo, opciones sustentables que se alineen con sus valores y procesos y que además no sumen fricciones innecesarias.
Alrededor del 59% de Gen Z/Millennials les preocupa el cambio climático y esperan que las empresas hagan más con su dinero, tiempo y recursos. Una forma importante de abordar esta preocupación es educando a sus empleados para que tomen decisiones más sostenibles.
A esto hay que sumar la sorprendente cifra de que más del 60 % de la generación Z y los millennials a nivel mundial indican que actualmente reducen o planean reducir sus viajes aéreos para apoyar de mejor manera la sostenibilidad. Esto indica a los responsables de la toma de decisiones que algunos programas de viajes podrían necesitar replantear su enfoque hacia las opciones ecológicas y los objetivos de viaje.
¿Y en cuanto a la tecnología? Bueno, piensen en la frustración que sienten cuando su teléfono se retrasa. Ahora multipliquen eso por cuatro. Para estos nativos digitales, la experiencia digital es importante.
Para aquellos al volante.
El cambio es sutil, pero está ocurriendo en todas partes. Los programas de viajes necesitan ser alineados a los viajeros. Esto implica aprovechar los datos para personalizarlos según su comportamiento previo. Promover el autoservicio donde sea viable. Y elegir tecnología para viajes de negocios que permita que todo esto pueda hacerse realidad.
Y para los gestores de viajes, hay que facilitar, no dificultar, que los viajeros sientan que tienen el control y accedan a pequeños extras. Debe haber flexibilidad para las necesidades únicas, las ventajas o beneficios disponibles en los contratos con los proveedores, las consideraciones para el bienestar físico y mental, alojamientos para diferentes personas y requisitos (por ejemplo, familiares, dietéticos, culturales, de accesibilidad) y apoyo para el “bleisure”, negocios y ocio.